La religión para el mundo árabe no es simplemente una invocación a Al-lāh (Dios).
Si bien es preciso observar los horarios de oración y los ayunos programados, la religión se filtra en todos los estamentos de la vida de las personas, y sobre todo, determina qué es lo que se puede y no se puede hacer con el otro.
Hombres y mujeres no son libres, salvo de obedecer a Alá; cada uno de los actos de su vida están regulados por este Deber de Obediencia.
De esta manera el pueblo se asegura la protección de Dios y puede vivir sin sobresaltos ni temores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario