viernes, 25 de enero de 2013

Forma política

Los gobiernos de los diferentes países árabes no son 'democracias'.

Todo el pueblo se debe a Alá, a Dios, y el gobernante es su 'profeta'.

El Gobierno Islámico no se corresponde con ninguna otra de las formas de gobierno existentes. No es una tiranía, en la cual la cabeza del Estado pueda jugar arbitrariamente con las propiedades y vidas de las personas usándolas según sus deseos, condenando a muerte a quien quiera y enriqueciendo a quien quiera mediante la concesión de tierras y la  distribución de propiedades y pertenencias del pueblo.
De modo que es absolutamente Constitucional, respeta la propiedad privada y los derechos de las personas.


Pero no es "constitucional" en el sentido corriente de la palabra, es decir, basado en la aprobación de las leyes de acuerdo con la opinión de las mayorías. Es constitucional en el sentido de que los gobernantes están sujetos a ciertas condiciones en las tareas de gobierno y la administración de su país; condiciones recogidas en el Noble Corán y en la Sunnah del Más Noble Mensajero.
Estas leyes y reglamentaciones conforman el conjunto de condiciones que han de ser observadas y practicadas. Por lo tanto, puede definirse el gobierno islámico como el gobierno de las leyes divinas sobre los hombres.

El cuerpo de leyes islámicas existentes en el Corán y en la Sunnah, ha sido aceptado y reconocido como digno de ser obedecido por todos los musulmanes. 
En esta forma de gobierno, la soberanía pertenece sólo a Dios y la ley es Su Decreto y Orden. La ley del Islam, o las Órdenes Divinas, tienen autoridad absoluta sobre todos los individuos y sobre el gobierno islámico. Todos, incluido el Más Noble Mensajero y sus sucesores, están sujetos a la ley y así permanecerá por toda la eternidad. Es la ley que ha sido revelada por Dios Todopoderoso y Altísimo y expuesta en el Corán por el Más Noble Mensajero (Mahoma).

El gobierno, en el Islam, significa adhesión a la Ley. La Ley es quién únicamente gobierna la sociedad. La Ley Divina alcanza tanto al dirigente como al dirigido; la única ley válida y de aplicación imperativa es la Ley de Dios. 
Las opiniones individuales, incluso las del Profeta mismo, no pueden interferir en asuntos de gobierno o Leyes Divinas; en este asunto todos han de seguir la Voluntad Divina.

La Regencia del Sabio
Las dos cualidades, conocimiento de la ley y justicia, están presentes en numerosos fuqahâ' de la actualidad. Si se uniesen, podrían establecer un gobierno de justicia universal en el mundo entero.
El gobierno debe recaer sobre quienes poseen las cualidades de gobierno: conocimiento y justicia.

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http://www.monografias.com/trabajos38/gobierno-islamico/gobierno-islamico2.shtml#ixzz2IzeMIgv1


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