Arabia Saudita tiene el tamaño de un continente pequeño,
pero si consideras la cantidad de excavaciones exploratorias realizadas en el
país entre 1.945 y hoy, es tan poco que equivale a las perforaciones que se
hacen en Canadá en sólo un año” explica Abdallah Dab-bagh, CEO de la compañía
minera estatal Ma'aden.
Cuando esta empresa se fundó en 1.997, solamente una mina de
oro estaba en operación. Una década después, Ma'aden opera cinco minas de oro y
tiene dos proyectos de miles de millones de dólares aún en desarrollo:
"El proyecto de 5.500 millones de dólares (mdd) promete hacer
del reino el primer exportador mundial de fosfato diamónico, usado como
fertilizante. La empresa también está cerrando un acuerdo por 10.500 mdd con el
grupo minero Rio Tinto Alcan para extraer bauxita y construir una refinería,
fundidora y planta de energía que los posicionará como el principal exportador
de aluminio."
Los factores que influyen en esta iniciativa emprendida por
el gobierno saudí son la creación de empleos y diversificar una economía que
depende exclusivamente de los petrodólares.
Según los expertos, la bauxita y el fosfato generarán
enormes ganancias para los sauditas, y no únicamente porque poseen ingentes
reservas de dichos minerales, sino porque lleva implícita una ventaja especial:
“El valor de estos minerales no se deriva de su extracción, sino de su
procesamiento” explica Peter Searle, geólogo que asesora a CRU International.
Convertir la bauxita en aluminio requiere una enorme
cantidad de energía. Algo que, como todos sabemos, les sobra a los sauditas.
Arabia Saudita tiene el tamaño de un continente pequeño,
pero si consideras la cantidad de excavaciones exploratorias realizadas en el
país entre 1.945 y hoy, es tan poco que equivale a las perforaciones que se
hacen en Canadá en sólo un año” explica Abdallah Dab-bagh, CEO de la compañía
minera estatal Ma'aden.
Cuando esta empresa se fundó en 1.997, solamente una mina de
oro estaba en operación. Una década después, Ma'aden opera cinco minas de oro y
tiene dos proyectos de miles de millones de dólares aún en desarrollo:
"El proyecto de 5.500 millones de dólares (mdd) promete hacer
del reino el primer exportador mundial de fosfato diamónico, usado como
fertilizante. La empresa también está cerrando un acuerdo por 10.500 mdd con el
grupo minero Rio Tinto Alcan para extraer bauxita y construir una refinería,
fundidora y planta de energía que los posicionará como el principal exportador
de aluminio."
Los factores que influyen en esta iniciativa emprendida por
el gobierno saudí son la creación de empleos y diversificar una economía que
depende exclusivamente de los petrodólares.
Según los expertos, la bauxita y el fosfato generarán
enormes ganancias para los sauditas, y no únicamente porque poseen ingentes
reservas de dichos minerales, sino porque lleva implícita una ventaja especial:
“El valor de estos minerales no se deriva de su extracción, sino de su
procesamiento” explica Peter Searle, geólogo que asesora a CRU International.
Convertir la bauxita en aluminio requiere una enorme
cantidad de energía. Algo que, como todos sabemos, les sobra a los sauditas.
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